2018- CAVALLS, Central Hípica, Orfes, Girona
Desde pequeña los caballos han formado parte de mi vida, mi hermano mayor es entrenador de salto y mi madre también montaba.
Aunque no pude establecer un vínculo real hasta que, años mas tarde, mis vecinos adquirieron uno y acondicionaron su jardín para tenerlo en casa.
Cuando lo conocí, al instante supe que sería mi amigo, tuve la sensación de reconocer a un viejo y querido amigo.
Un par de años mas tarde también llegó un potrito al que acabé criando en casa, fue un flechazo, con el primer contacto visual el vínculo se estableció profundamente. Hoy en día los dos forman parte de mi familia.
Cada día pasaba tiempo con ellos, se convirtió en una obsesión, conocerlos, entenderlos, relacionarme armónicamente con ellos y el resto de caballos. Todo el día los tenía presentes, quería aprender, aprender y comprenderlos.
Así permití que el caballo fuera mi maestro.
Convivir con ellos, observarlos, estar en respetuosa y silenciosa presencia y amor, amplió mi comprensión y sensibilidad de las cosas.
Su nobleza, potencia y belleza, su sutil y delicada forma de comunicación, me han ayudado a ser mas consciente de mi energía y emociones, a expresarme mas auténticamente y a relacionarme mas armónicamente conmigo misma y con los demás.
Siento que los caballos forman parte de mi, que en muchos aspectos soy quien soy gracias a ellos.