Dibujar y pintar siempre han sido mi refugio y fuente de alegría. Mi tío era pintor, y desde muy temprana edad su influencia me ayudó a decidir que la pintura sería mi camino en la vida.
Sin embargo, no fue hasta que Michael Jackson "entró en mi vida" que esa decisión cobró otra dimensión. Él despertó en mí sentimientos y emociones intensas que pedían una salida, activando la llave de mi creatividad y dándome una clara dirección: expresar en un lienzo el mundo interior que veía en una mirada. Plasmar "todo" lo que veía y sentía se convirtió en mi obsesión.
Este hecho estableció la base de mi obra: buscar expresar lo intangible de lo tangible, combinando la figuración y la abstracción para capturar la esencia de las personas a través de sus miradas.
Me sumerjo en la espiritualidad y el mundo interior para explorar el silencio y la majestuosidad de la naturaleza, buscando una conexión profunda con el ser.
A través de mis obras, invito a los espectadores a un viaje de introspección y descubrimiento personal.